
-¡Buenos días! -dijo el mercadólogo .
-¡Buenos días! -respondió el principito.
Era un mercadólogo que trabajaba para una marca de refrescos increíbles que cambiaban de sabor en cada trago.
-¿Por qué trabajas en eso? -preguntó el principito.
-Porque es la mejor marca en el universo. Según el estudio de mercado, este refresco es lo que todas las personas esperaban.
-¿Y qué era lo que esperaban?
–«Lo que cada uno quiere… algo diferente para probar « -respondió el mercadólogo
-¿Cómo sabes eso?- preguntó nuevamente el principito.
– Lo sé, porque los estudios lo confirman, 3 de cada 4 personas le gusta probar algo nuevo, aparte, en este producto lo probarás cada vez que vuelvas a beber, es increíble.
– ¿Y cómo harás que lo conozcan?
– Sencillo, ya acabamos la etapa de investigación y ahora en el lanzamiento, haremos toda una campaña de medios para posicionar esta maravilla.
– Ya veo, creo que yo soy de esas personas que les gusta probar cosas nuevas. Yo tengo una flor en mi planeta, a mi también me gustaría que todos la conocieran, ella es hermosa, es la única flor de su especie en todo el universo.
– Si quieres, podemos hacer una campaña para ella. –dijo el mercadólogo
-¡Sería fabuloso!- contestó alegre el principito
– Pero ¿Para qué me sirve eso?
– De muchas formas, desde que conozcan tu producto hasta incrementar tus ventas.
-¿Ventas? Mi flor no está en venta, definitivamente quiero quedarme con mi flor. Es tan débil, apenas tiene un par de espinas para defenderse.
-No entiendes, si tu producto es único, está destinado a ser exitoso. –dijo el mercadólogo
-Por ejemplo, mi refresco será un éxito rotundo, la publicidad dará de que hablar, tendremos puntos de venta por todos lados y será el top of mind de cualquier persona.
– Tal vez, pero no entiendes el significado de una cosa.
– ¿A qué te refieres? – preguntó el mercadólogo
– Mi flor es única, y el refresco tiene sabores diferentes cada que lo pruebas… Si le dieran valor a cada cosa, todos preferirían comer o beber algo distinto, por separado, no todo en el mismo lugar.
-Si pudiera, pediría 5 bebidas distintas en vez de 1; ustedes las personas mayores son decididamente maravillosas y creativas todo el tiempo, realmente lo que les falta es valorar todo lo que les rodea.
– El mercadólogo quedó atónito, no supo que decir.

Bueno colegas, esto fue un pequeño homenaje al cuento de
Antoine de Saint-Exupéry, espero les haya agradado, es un pequeño mensaje para ser siempre niños, imaginar, crear y valorar.
Saludos y nos estamos leyendo.
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